La última vez que Estados Unidos tuvo una inflación superior al 6% fue en diciembre de 1990. Eso fue hasta el pasado octubre, cuando la inflación en el país del norte alcanzó el 6,2%, según los datos del Departamento de Trabajo.
En 1990 la invasión de Kuwait por Saddam Hussein elevó el precio del petróleo a máximos históricos. Ahora, al igual que entonces, los precios de la energía están disparando la inflación en Estados Unidos y el resto de grandes economías del planeta.
Al conocerse la noticia el precio del oro y del Bitcoin subió más de un 1%, al ser estos dos activos los activos refugio ante la devaluación del dinero fiduciario producida por la inflación.
Tras un año y medio de billonarios estímulos monetarios, los principales bancos centrales del mundo se enfrentan a una difícil elección: subir tasas para controlar la inflación o mantener las tasas de interés bajas para favorecer un crecimiento económico actualmente mediocre.
Ninguna de estas dos decisiones satisface a todo el mundo. La indecisión de los bancos centrales podría alimentar tensiones bajistas en las bolsas, dando lugar a correcciones tras varios meses de suba continuada en Wall Street.