La emprendedora que triunfó en un mundo de hombres

Federico Tessore

En 1963 Mary Kay Ash era una de las mejores vendedoras de Stanley Home Products, una compañía dedicada a la venta de artículos del hogar. Sin embargo, a pesar de su éxito los ascensos dentro de la compañía estaban reservados para sus compañeros hombres.

Cansada de ser ignorada por sus superiores, Ash decidió abandonar la compañía y fundar su propio negocio. En los años 60 era muy poco habitual que una mujer se dedicara a emprender; entonces, el rol tradicional de la mujer era como esposa y madre. Pero Mary Kay Ash no se conformó con eso.

Así, Mary Kay rentó un local comercial en el centro de Dallas y fundó Mary Kay Cosmetics, su propia tienda de cosméticos. Además, Mary Kay se focalizó en la venta a domicilio, permitiendo a cientos de mujeres en todo el país vender sus cosméticos a cambio de una comisión.

El modelo de negocio de Mary Kay Ash triunfó gracias al desarrollo de productos más adaptados a las necesidades reales de las mujeres y a la venta a domicilio con vendedoras locales que aprovechaban su círculo social para cerrar más ventas.

Mary Kay Ash siguió involucrada en la dirección de su compañía hasta 1996, cuando sufrió un infarto. Cuando en 2001 murió a los 83 años, Mary Kay Ash era un icono para millones de mujeres emprendedoras en todo el mundo.

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