Durante meses la Reserva Federal de Estados Unidos afirmó que la inflación que se desató a nivel mundial es un fenómeno transitorio. Sin embargo, algo cambió durante las últimas semanas…
Debido a los problemas de suministros y a la mayor cantidad de dinero en circulación por los millonarios estímulos monetarios de la Fed, la inflación en EEUU alcanzó el 5,4 por ciento, su mayor nivel desde principios de 2008.
Ante esta situación, el banco central estadounidense anunció el recorte en 10.000 millones de dólares de compra de bonos del tesoro y 5.000 millones de compra de deuda hipotecaria, lo que deja los estímulos monetarios en 90.000 millones al mes.
Los mercados esperaban con nerviosismo el principio del fin de las políticas monetarias expansivas. Pero para calmar a los mercados Powell afirmó que el final de las compras de deuda el próximo año “no implica ninguna señal directa en relación a nuestra política de tipos de interés”.
Parece que en el futuro cercano las tasas de interés en Estados Unidos seguirán en el cero por ciento, aunque una mayor inflación podría obligar a la Fed a acelerar el cambio de ciclo monetario.
