No es la primera vez que el Gobierno chino ataca a las criptomonedas, y seguro no será la última. El pasado viernes por la mañana el Banco Central de China declaró ilegales todas las transacciones con criptomonedas.
Este anuncio llega medio año después de que el Gobierno chino lanzara su propia criptomoneda, conocida como el yuan digital. Dentro de esta estrategia contra las criptomonedas, la del viernes no fue la primera acción del Gobierno chino en este sentido.
Ya el pasado mes de junio prohibió la minería de criptomonedas en China debido al alto consumo de energía. Esto provocó el cierre de decenas de “granjas” dedicadas a la generación de criptomonedas gracias a los bajos costos energéticos del país.
Con la última jugada del Gobierno chino Bitcoin y Ethereum cayeron un 5% y un 8% respectivamente ante los temores de que más gobiernos sigan sus pasos.
A pesar de estas caídas la adopción de las criptomonedas no se detiene. Ahora cada gobierno tiene que decidir si quiere aprovechar esta tendencia imparable o si quiere intentar combatirla. El caso del gobierno chino es un ejemplo de lo que los países occidentales no deberían hacer.
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