Cuando a Robert Allen -un prestigioso gurú sobre creación de riqueza con varios libros en la lista de más vendidos del New York Times– un amigo con plata en su cuenta de ahorro le preguntó si debería invertirla, este le contestó: “¿A cuántos millonarios conocés que hicieron su riqueza dejando su plata en una cuenta de ahorro?”. Parece obvio que hay que buscar otras alternativas de inversión para maximizar la rentabilidad de nuestros ahorros, pero antes debemos preguntarnos sinceramente cuánto nivel de riesgo estamos dispuesto a tolerar. Si su tolerancia al riesgo es baja y que no soporta perder plata, entonces la inversión que más le conviene es aquella en bonos soberanos de países con calificación triple A, como por ejemplo Estados Unidos, Alemania o Suiza. Con este tipo de inversión uno prácticamente se asegura conservar su riqueza, aunque si nuestro objetivo es hacer crecer nuestro patrimonio debemos optar por opciones un poco más riesgosas. En el siguiente escalón del riesgo se encuentran los bonos corporativos. Estos bonos pagan un mayor retorno que los bonos soberanos de países seguros, aunque esto no es gratuito. Siempre debemos tener presente que cuanto mayor riesgo implique una inversión, debemos esperara una mayor rentabilidad. Por este motivo los bonos corporativos ofrecen una mayor rentabilidad: porque la probabilidad de que una empresa no pueda cumplir con sus obligaciones es mayor a que esto suceda con un país estable y sólido como los que tienen la calificación de triple A. En el siguiente nivel de riesgo se encuentran las acciones, que como ya sabe tienen una elevada volatilidad. Como decía el gran gurú de nuestro tiempo Warren Buffett, “si no puede soportar una pérdida del 50 por ciento, mejor no invierta en acciones”. El riesgo que conlleva invertir en acciones es elevado y no todos los inversores principiantes que se lanzan a invertir en la bolsa tienen esto en consideración. Sin embargo, las recompensas son igualmente muy elevadas…
Si observa el gráfico anterior, puede ver cómo a muy largo plazo las acciones tienen un desempeño que ninguna otra inversión financiera puede igualar. Y es que si en 1802 un antepasado nuestro hubiera invertido un dólar en cada una de las cinco alternativas de inversión financiera que contemplamos, los resultados hubieran sido muy dispares. Mientras que el valor del dólar invertido ahora sería 20 veces menor en términos reales por la inflación, si este dólar se hubiera invertido en la Bolsa de Nueva York su valor actual sería de más de 700 mil dólares. Una diferencia abismal. Muy por debajo se sitúan los bonos corporativos, la deuda pública y el oro con un valor de 1.632, 282 y 4,50 dólares respectivamente. A la vista de estos datos podríamos afirmar que la mejor inversión son las acciones, pero… ¿qué ocurre con el Real Estate? Acciones vs. Real Estate La inversión en propiedades inmobiliarias o Real Estate es algo milenario y tan antiguo como la historia de la humanidad. Algunas de las fortunas más grandes del mundo se han hecho con la inversión en activos inmobiliarios. El mismo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, forjó su fortuna millonaria con la construcción en los cinco continentes de lujosos hoteles, casinos y edificios residenciales con su nombre. ¿Es el Real Estate más rentable que las acciones? Veamos… Si tomamos datos del mercado del país del norte, aunque el Real Estate ha tenido un desempeño brillante multiplicando su valor por siete entre 1975 y 2015, las acciones siguen siendo la mejor inversión.
En apenas 40 años, entre 1975 y 2015, el S&P 500 multiplicó su valor por 25, gracias sobre todo a los dos grandes ciclos alcistas que vivió Wall Street entre 1980 y 2000, y desde 2009 hasta la actualidad. Si su horizonte de inversión es el largo plazo y su tolerancia al riesgo es elevada, la inversión en acciones es la que mayor rentabilidad le va a proporcionar. Pero antes le sugiero que sea sincero consigo mismo: si no puede soportar ver como sus ahorros pierden hasta la mitad de su valor sin entrar en pánico, entonces invierta en opciones más seguras. Su salud se lo agradecerá. Hasta la próxima. Saludos, Federico Tessore Director de Inversor Global.