Rusia atacó a Ucrania y no solo tenemos guerra en Europa del Este sino también el riesgo de una guerra que podría extenderse a otros países. ¿Cómo invertir mi dinero en este contexto? Hoy descubrimos las mejores estrategias para pasar esta crisis.
Por Fede Tessore
Hoy te quiero hablar de cómo los mercados reaccionaron en el pasado a grandes eventos geopolíticos como las guerras y qué podemos esperar de la actual situación que atraviesan los mercados por la invasión rusa de Ucrania.
Como seguro ya sabes, la mayor enemiga de las bolsas es la incertidumbre, y es en situaciones como la que se está viviendo actualmente en Ucrania cuando más preocupados están los inversores, que reaccionan a la incertidumbre vendiendo sus tenencias de acciones.
Es normal que la bolsa baje cuando se produce un evento de estas características, pero… ¿cómo afectaron a los mercados durante las últimas décadas los grandes eventos geopolíticos?
Si te fijas en esta tabla, podés ver cómo en promedio el S&P 500 –principal índice de la bolsa estadounidense- cayó un 5% cuando se produjeron grandes eventos geopolíticos.
La mayor caída se vivió tras el bombardeo de Pearl Harbor por los japoneses, en diciembre de 1941, y que supuso la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. En aquella ocasión el S&P 500 cayó un 19,8%.
Sin embargo, lo habitual en otros acontecimientos bélicos fue que las bolsas cayeran en promedio un 5%. Dentro de todo no es una caída muy pronunciada.
Pero eso no es lo mas importante, lo mas importante es que después de esa caída la bolsa siempre se recuperó.
Algunas veces tardó unos pocos días y otras veces casi un año, como después del ataque a Pearl Harbor, pero en promedio el S&P 500 recuperó su nivel anterior a estos grandes eventos geopolíticos 47 días después de su impacto.
Oro: el refugio para las guerras
Un activo que sin embargo por lo general sube cuando se producen guerras es el oro.
Los dos grandes ciclos al alza del oro en los últimos 50 años coincidieron con periodos de alta inestabilidad geopolítica.
El primero de estos ciclos se vivió desde principios de los años 70, coincidiendo con la Guerra de Vietnam, hasta 1980, cuando se produjo la Revolución Iraní y la guerra entre Irán e Iraq.
En la década de los 70, que fue especialmente convulsa, el precio de la onza de oro pasó de 36 dólares a 660 dólares.
El segundo gran ciclo alcista del oro se vivió desde 2001 hasta 2011.
Los que ya tenemos algunos años recordamos cómo el mundo cambió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Aquellos ataques provocaron de manera directa dos guerras: primero la de Afganistán y posteriormente la de Iraq.
Durante esta década el precio del oro trepó desde los 265 dólares por onza a principios de 2001 hasta 1.750 dólares diez años más tarde.
Esta situación no fue diferente y en las últimas semanas el oro reaccionó al alza ante las noticias de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, pasando de 1.800 dólares hasta alcanzar los 2.000 dólares por onza.
Es posible que la década de 2020 sea una nueva década alcista para el oro, y es que desde enero de 2020 el valor del oro subió un 25% tras las subas que registró con la pandemia primero y con la guerra en Ucrania después.
El petróleo otra vez protagonista
Pero el oro no fue el commodity que más brilló… El barril de petróleo subió un más de un 30 por ciento en el último mes, pasando de 92 a 120 dólares por barril.
El petróleo se vio especialmente beneficiado en esta crisis geopolítica porque el aislamiento financiero de Rusia supone dejar fuera del mercado energético al segundo mayor exportador de petróleo del mundo, solo por detrás de Arabia Saudita.
En este sentido, la crisis actual en Ucrania posee ciertas similitudes con lo sucedido tras la invasión de Kuwait por Iraq en agosto de 1990.
Al igual que sucede en la actualidad, la agresión de un país débil por su vecino militarmente más poderoso provocó la reacción de la comunidad internacional y la imposición inmediata de sanciones al país agresor.
Aunque aquella crisis derivó en una guerra abierta entre Iraq y Estados Unidos y sus aliados (algo muy improbable en esta ocasión debido al arsenal nuclear ruso), al igual que ahora el precio del petróleo se disparó ante el embargo a uno de los principales productores de petróleo.
Entonces el precio del petróleo pasó de 17 dólares hasta un máximo de 36 dólares, más del doble. Esto provocó una recesión en Estados Unidos y en las principales economías europeas, dependientes de las importaciones de petróleo.
Aunque la situación energética de Estados Unidos actualmente es mejor que entonces gracias al fracking y a los enormes depósitos de petróleo shale en el país del norte, Europa sí es energéticamente vulnerable y todo parece indicar que el Viejo Continente podría entrar en recesión si el precio del petróleo sigue al alza.
¿Será esta vez diferente?
Volviendo a las bolsas, ya hemos visto que en la inmensa mayoría de las crisis los mercados bursátiles se recuperan más o menos rápidamente de sus caídas iniciales y suponen una excelente oportunidad para invertir.
Pero, ¿es posible que esta crisis sea distinta a las demás?
Aunque la primera reacción de las bolsas nada más conocerse la noticia de la invasión fue caer al abrir los mercados el pasado 24 de febrero, día que dio comienzo la invasión, posteriormente las bolsas se recuperaron como puedes ver en este gráfico del Eurostoxx 50, el principal índice de la bolsa europea.
¿Por qué en un primer momento la bolsa se recuperó cuando la invasión ya se había producido?
Porque la primera reacción de los gobiernos occidentales fue muy pasiva, y es que no anunciaron ninguna medida de envergadura contra Rusia en los primeros días tras la invasión.
No fue hasta el último fin de semana de febrero cuando Estados Unidos y sus aliados europeos impusieron severas sanciones con el objetivo de destruir al sistema bancario ruso y dañar la capacidad económica del país.
Los mercados no reaccionaron a esta guerra, igual que no reaccionan a ninguna guerra ni a ninguna catástrofe como una epidemia. Los mercados en realidad reaccionan a las consecuencias económicas de estos eventos.
Cuando los inversores pensaron que las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania serían muy livianas, los mercados apenas reaccionaron. Pero cuando quedó claro que Rusia quedaría aislada económicamente, los commodities reaccionaron con fuerte subas y las bolsas bajaron con fuerza, particularmente las bolsas europeas que están más expuestas a las implicaciones energéticas.
En estos momentos la incertidumbre es máxima y nadie tiene la seguridad de cómo se desarrollará esta crisis. Y en esta crisis tenemos otra situación que lo complica todo que es la anunciada suba de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y una inflación en Estados Unidos que no deja de crecer.
Por eso creo que la inestabilidad y las subas y bajas fuertes es lo único seguro que llego para quedarse durante varios meses.
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¡Te mando un fuerte abrazo y que tengas una gran semana!
Fede Tessore