Cuando Sam Bankman-Fried se egresó en física por el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) fue a trabajar como muchos otros científicos al sector financiero. Sin embargo, tras pasar más de tres años como trader de ETFs decidió dar un giro a su carrera.
Bankman-Fried se sentía atraído por las criptomonedas, y en 2017, con apenas 25 años, decidió fundar su propia firma de inversión en criptomonedas: Alameda Research. Además, viendo el enorme interés que despertaban las criptos fundó un exchange de criptomonedas: FTX.
FTX se diferenciaba de otros exchanges de criptomonedas en ser el primero en popularizar el trading de derivados en criptomonedas, algo en lo que esta empresa fue pionera y que atrajo a miles de traders de todo el planeta.
En el último año la fortuna de Bankman-Fried se multiplicó por 20 gracias al mercado alcista de las criptomonedas, algo que aprovechó gracias a su fondo de inversión en criptomonedas Alameda Research, que posee inversiones por 2.500 millones de dólares.
Además, el token de FTX pasó de 3 dólares hace un año a cerca de 27 dólares, aunque a mediados de mayo llegó a cotizar a 60 dólares. Estas subidas hacen que su fortuna personal se estime en 8.700 millones de dólares lo que le convierte en uno de los mayores criptomillonarios del mundo.
A pesar de su enorme fortuna, Bankman-Fried es una persona humilde y en numerosas ocasiones ha manifestado su intención de donar casi todo su patrimonio a causas caritativas.
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