El pasado 5 de agosto entró en funcionamiento el protocolo EIP-1559 en la red de Ethereum. Este protocolo tenía dos objetivos: por un lado reducir las oscilaciones en el costo de utilizar esa red y por otro lado reducir la oferta de Ethereum.
Para lograr esto, el protocolo fijó que por cada bloque que se procese en la Blockchain de Ethereum, se quemaran dos ethers. Desde entonces se han quemado más de 700 mil ethers, equivalentes a unos 3.000 millones de dólares aproximadamente.
Si bien la red de Ethereum emite nuevos ethers para recompensar a las computadoras que actúan como nodos en la red, actualmente se está reduciendo la existencia de ethers en 8 mil ethers cada semana.
Esto convierte a Ethereum en un activo deflacionario, ya que la cantidad de ethers en circulación es cada vez menor. Algo excepcional, si tenemos en cuenta que con las monedas fiduciarias ocurre precisamente lo contrario.
Para Simon Dedic, director de Moonrock Capital, una firma de inversiones en criptomonedas, esto supone una presión al alza para el precio del ether al reducirse la oferta frente a una demanda que no para de crecer.